viernes, 28 de enero de 2011
El caótico cuentico del tío del tren
Algo de surrealismo por aquí, mucha jeta por allá, cuatro monas mal dibujadas por acullá, y el resultado es el tío del tren. La historia de un hombre incomprendido que vivía en el tren porque su billete le daba (según él) derechos de propiedad. Perseguido por la justicia, sobrevive como okupa en los vagones de cercanías. Si usted se lo encuentra, quizá pueda contratarlo.
Éstas son las tres primeras páginas. El estilo es muy a lo Ivà, muy tirao, espontaneidad pura, sin borrar el lápiz ni nada. El estilo trabajado yo prefiero reservarlo ahora para retratos, caricaturas y obras pictóricas. A fin de cuentas, la expresividad y el concepto son, generalmente, mucho más importantes en el cómic de humor que la calidad "académica" del dibujo. Además, este estilo le pega mucho al personaje protagonista. ¿Sí o no?
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